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RESEÑA: Acabo de leer este libro y lo primero que se me ha pasado por la cabeza es pensar cómo no lo había leído antes.
En primer lugar destaco la ingente labor de documentación de su autora, Almudena Grandes, y su positivo hallazgo por mi parte porque gracias a esta novela histórica llego a saber con certeza cómo, el régimen dictatorial de Francisco Franco ayudó y permitió que criminales de guerra del Tercer Reich vivieran, tras la Segunda Guerra Mundial, una vida de lujo y comodidad en España donde gozaron de protección institucional y tuvieron a la iglesia como aliada y benefactora.
El tiempo en que sucede la novela es el de una España asolada por las consecuencias del franquismo, dictadura que sirvió de base y centro de operaciones para la repatriación de asesinos nazis acusados y juzgados muchos de ellos por innumerables asesinatos a judíos en los numerosos campos de concentración de Alemania y los países del Este. España fue un fácil lugar de acogida y arraigo al igual que Argentina.
A través de este libro no sólo conocemos la represión del franquismo hacia los vencidos, el hundimiento que sufre España durante los años del régimen sino que, la novela que intercala la ficción con acontecimientos históricos, se convierte en una demoledora prueba de cómo el mundo ha soportado la inmunidad en la que han vivido criminales nazis que además se hicieron ricos tras la usurpación de las obras de arte, propiedades, oro y todo elemento de valor de la población judía a la que sin ningún reparo el nazismo aniquiló. No hay que olvidar a millones de personas que tras sufrir torturas e inhumanas vejaciones fueron asesinadas o en el mejor de los casos sobrevivieron al terror de los campos de exterminio nazi.
Todo ello es narrado a través de las vidas de dos personajes principales: el doctor Guillermo García Medina y el diplomático Manuel Arroyo Benítez. Ambos tienen un papel vital en la difícil tarea de intentar que se conozca internacionalmente no sólo la miseria y degradación en derechos en la que está sumida España durante esta época, sino su papel como protectorado nazi.
El doctor García colaborará salvando a quienes lo necesitan, rojos, republicanos, comunistas y a todo aquel que necesite de su ayuda. Su papel como médico solidario es un pilar básico de la novela. Junto con Norman Bethune, médico e investigador científico canadiense que ayudó al bando republicano, salvaron numerosas vidas gracias a la implantación de las transfusiones de sangre, antes impracticable en España.
Manuel Arroyo Benítez trabajó por y para la República bajo la petición y encomiendas de Juan Negrín, Presidente en el exilio de la República desde mayo de 1937 hasta el final de la guerra.
Sus funciones como espías les lleva a vivir con identidades falsas o suplantadas y a tener que jugarse la vida por lograr sin éxito que vuelva la República a España. Y, en el caso del doctor García funcionar como apoyo y enlace fundamental en el envío de objetos de valor a los lugares residenciales donde encuentran cobijo y una vida de "paz" criminales como Otto Skorzeny.
Sorprendente asimismo es el desarrollo biográfico de Clara Stauffer pieza clave en esta historia. Ella será la directora y organizadora principal en el proceso de evasión de nazis hacia Argentina. Clara actuará como directora y coordinadora de una amplia red colaboracionistas cuya misión es convertir en ciudadanos de bien a monstruos nazis en países como Argentina.
Amor, amistad y relaciones humanas
Además de las difíciles y adversas circunstancias vitales de sus principales protagonistas, Guillermo y Manolo, "Los pacientes del doctor García" regala increíbles historias de amor. Las variadas y complicadas viscisitudes a las que tendrán que enfrentarse estos dos personajes les lleva a convertirse en amigos y aquí Almudena Grandes hace un importante homenaje a la amistad como valor universal y necesario para una vida plena.
Además de las difíciles y adversas circunstancias vitales de sus principales protagonistas, Guillermo y Manolo, "Los pacientes del doctor García" regala increíbles historias de amor. Las variadas y complicadas viscisitudes a las que tendrán que enfrentarse estos dos personajes les lleva a convertirse en amigos y aquí Almudena Grandes hace un importante homenaje a la amistad como valor universal y necesario para una vida plena.
El doctor García salva la vida a Manuel Arroyo Benítez y a partir de ahí surge un lazo de unión que los ata hasta el final de la novela, unión que el lector intuye será hasta el final de sus días.
En sus casi 800 páginas se pasean en torno a 300 personajes y una tupida red de relaciones atrapa al lector o lectora sin que pueda deshacerse ya de estas vidas truncada algunas de éxitos e incluso de venganzas y de traiciones otras.
Sin hacer una sipnosis o resumen de la historia, sin que esta publicación sea una reseña al uso, con esta aportación sólo quiero provocar que quien lea estas líneas sienta la tentación de acudir al libro y que al final se quede con esa sensación que dejan las grandes historias en nuestro interior.
Los grandes libros consiguen que bastantes horas después los personajes fluyan aún por nuestro pensamiento y andes con ese gusanillo de no poder deshacerte de ellos y que te quede ese agridulce sabor de boca de haber llegado al final y saber que la melancolía de la despedida durará en tu interior por algún tiempo.
Los grandes libros consiguen que bastantes horas después los personajes fluyan aún por nuestro pensamiento y andes con ese gusanillo de no poder deshacerte de ellos y que te quede ese agridulce sabor de boca de haber llegado al final y saber que la melancolía de la despedida durará en tu interior por algún tiempo.
