Por un amigo;
Él era un gran tertuliador, ocurrente hasta el extremo, con una increíble capacidad para hacer grandes los detalles mas insignificantes y elevarlos a la categoría de relevantes. Con su pose de señorito sevillano 'de toda la vida', escondía en su mochila todo un repertorio de dichos populares y saberes ancestrales aprehendidos en su dilatada carrera vital.
Recuerdo vívidamente, y esa conversación me inspira estas lineas, un día en el que se revelaba contra el uso y abuso de la palabra "tolerancia", cómo muchos la enarbolaban como bandera, sin saber siquiera su significado real y comparándolos a los de misa diaria y palmadas en el pecho… pero a la hora de ayudar al prójimo próximo se escabullen y cruzan de acera agachando la cabeza...
Por ti y por todos los que pasaron por mi vida dejando huella, gracias.
De Maica González Serrano.