"¿Y qué si desapareces antes de tenerlo todo hecho? Nunca se tiene todo hecho. La vida es inacabada. Pero a veces de súbito, algo inesperado, un factor sorpresa fatídico, de golpe te elimina y tu existencia pasa a ser recuerdo. Llegas a ser sólo dependiendo del grado de intensidad con el que te recuerden". Joshep preguntó a su profesor sobre cuál era su parecer acerca de la eternidad y aquel hombre despegado de lo común, le soltó casi una bronca por su pregunta. Como una exhalación se fue del aula y dejó al pobre Joshep con la boca abierta. Aquella soberbia, aquel no querer mezclarse con la plebe le resultó incómodo y excesivo. A disgusto y sin querer pensar más en el incidente, recogió sus cosas y salió apresurado para no perder el bus a casa. Al llegar, un tumulto de gente se agolpaba en círculos hacia algo que no llegaba a ver. Se acercó y tras hacerse hueco vio tendido al enigmático profesor de Filosofía que minutos antes no quiso debatir con él sobre la eternidad. La velocidad de un conductor lo golpeó en seco. Fin de la existencia. Joshep supo que lo recordaría siempre y que el profesor tenía razón sobre su teoría de la eternidad.